Microhistorias: Nahuatlismos en español

13/06/2015 - 12:01 am
La palabra náhuatl enriquece nuestra lengua.
La palabra náhuatl enriquece nuestra lengua.

Autora: Karla Motte  

Las lenguas habladas cuentan con la cualidad de reconfigurarse constantemente, pues aunque el idioma preserva reglas gramaticales y lingüísticas, los hablantes son quienes a través del uso cotidiano incorporan nuevos términos, dejan de utilizar otros e incluso cambian pronunciaciones o conjugaciones. Aunque en términos académicos o formales los cambios en el lenguaje pueden tardar mucho tiempo en reconocerse, la vitalidad de la lengua la hacen los hablantes. El español hablado en México, como parte de un proceso de aculturación que ocurrió desde el proceso de conquista, adquirió matices propios tanto de la lengua de los europeos que arribaron a nuestro territorio como de las múltiples lenguas de los numerosos pueblos que habitaban el actual territorio de nuestro país.

    Tanto una pronunciación muy distinta a la lengua de Castilla como algunos términos del náhuatl han permanecido en el español que hablamos en nuestro país. El uso del diminutivo en muchas afirmaciones es un ejemplo, pues en el náhuatl prehispánico era muy común para designar respeto o cariño más que pequeñez. Además, múltiples palabras del náhuatl continúan en el lenguaje; a continuación te presentamos algunas palabras del náhuatl que continuamos utilizando:

Chocolate: El chocolate es un producto del cacao de origen totalmente mexicano. El delicioso sabor de este ingrediente logró cautivar a los europeos, quienes se apropiaron de él y también añadieron el uso de la leche en la bebida y la elaboración de tablillas. Al no existir un referente en español, el nombre “xocolatl” se hispanizó con una leve modificación pero continuó básicamente igual. Es un producto de origen prehispánico que se consume en todo el mundo.

Cacao y chocolate.
Cacao y chocolate.

Chapulín: La palabra que se utiliza genéricamente para designar a diferentes especies de insectos significa “insecto que brinca”, por la cualidad de éstos para saltar grandes alturas. En la cultura prehispánica era común el uso de insectos en la gastronomía, entre ellos los chapulines, que dotaban de un elevado contenido proteínico a la alimentación. Éste se continúa consumiendo en muchos lugares como entremés o botana.

Tomate: La designación del vegetal deriva de la conjunción de “tomal” –gordura- y “atl” –agua-, que significarían “agua gorda”. Además en México se distingue el tomate verde del jitomate, o tomate rojo. El segundo incluye el prefijo “xitl” que significa ombligo. Este ingrediente de origen americano se exportó y arraigó en la gastronomía de todo el mundo a partir del comercio interoceánico iniciado en el siglo XVI.

Tianguis: Los lugares de compra-venta prehispánicos se llamaban tiyanquiztli, que significa mercado. En ellos se concentraba la actividad comercial y actualmente se continúa utilizando la palabra para designar a los lugares de comercio informal o “sobre ruedas”, designación que también sirve para diferenciarlos de los mercados establecidos o centros comerciales.

Milpa: Designa al área de cultivo en pequeña escala o la parcela. Deriva del náhuatl “milli” –tierra sembrada- y “pan” – encima-, que en conjunto significa lo que se siembra sobre la tierra. En el campo esta palabra de origen nahua es de uso muy común.

La milpa.
La milpa.

Publicado por Wikimexico / Especial para SinEmbargo

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